Adaptógenos y cáncer
- Luis Cancel
- hace 4 días
- 2 Min. de lectura
En los últimos años, los adaptógenos se han vuelto populares en suplementos, tés y productos naturistas. Se promocionan como sustancias que ayudan al cuerpo a adaptarse al estrés físico y emocional. Pero, en el contexto del cáncer, ¿realmente tienen un papel?
¿Qué son los adaptógenos?
Los adaptógenos son compuestos naturales —en su mayoría derivados de plantas o hongos— que buscan regular el equilibrio del cuerpo frente al estrés. No estimulan ni deprimen directamente, sino que ayudan al cuerpo a “adaptarse” según lo que necesita.
Algunos ejemplos comunes:
Ashwagandha
Rhodiola rosea
Ginseng
Cordyceps
Reishi y otros hongos medicinales
¿Tienen algún beneficio en pacientes con cáncer?
Algunos estudios preliminares han mostrado que ciertos adaptógenos podrían:
Reducir fatiga y ansiedad
Mejorar el estado de ánimo y la tolerancia al tratamiento
Potenciar la respuesta inmunológica
Sin embargo, la evidencia en cáncer sigue siendo limitada y no concluyente. Muchos estudios son in vitro o en modelos animales, y no todos los productos tienen la misma calidad o concentración.
Además, algunos adaptógenos pueden interferir con tratamientos oncológicos, especialmente con quimioterapia o inmunoterapia. Por ejemplo, ciertos hongos pueden modular el sistema inmune de formas impredecibles.
¿Son seguros?
No todos. Aunque muchos se venden como “naturales”, eso no garantiza que sean seguros en pacientes oncológicos. Algunos pueden alterar enzimas hepáticas, afectar la coagulación o generar interacciones con medicamentos.
Por eso, nunca deben iniciarse sin hablar con tu oncólogo. Lo natural también requiere vigilancia.
Conclusión
Los adaptógenos pueden ser útiles en ciertos casos, pero no sustituyen el tratamiento médico ni deben tomarse a la ligera. Si estás enfrentando cáncer, enfócate en lo que está probado, y considera estas sustancias solo bajo supervisión médica.
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